El sindicato Bloque Unificado de Bridgestone (BUB), representado en las plantas de Puente San Miguel, Burgos y Basauri, ha valorado la Mesa Negociadora que la empresa convocó para hacer una ‘única y última propuesta’ para firmar un “convenio de transición” sólo para este año 2020. Según valora BUB, se mantendrían los textos del actual convenio, XXV, que finalizó en 2019 pero que sigue en vigor por ultraactividad, y contemplaría una subida del 0.5% con cláusula de revisión al alza del IPC.
BUB valora que durante 8 meses ‘la empresa no ha negociado absolutamente nada’, señala su representante Raúl Liaño, ‘limitándose a hablar casi exclusivamente del único objetivo que persigue en esta negociación, cambiar el sistema de valoración de categorías profesionales actual por otro que lo que persigue es; por un lado aumentar tareas y responsabilidades de los trabajadores sin ninguna compensación económica por ello, y por otro, reducir drásticamente el salario a las nuevas incorporaciones (prácticamente al salario mínimo) durante el tiempo que la empresa quiera, eliminando la participación sindical actual en el sistema de valoración de categorías profesionales’, opina BUB.
‘Es tan evidente que este es el único objetivo que persigue en la negociación, que la empresa se plantea seguir intentando llegar a un acuerdo en este punto, que se pueda incluir como cláusula más adelante en el convenio que pretende firmar ahora, sin tener que esperar a la próxima negociación’, agrega Liaño.
BUB afirma que la empresa ‘no ha contestado ni escuchado, ni una sola de las reivindicaciones planteadas por los sindicatos’, y no se habla de temas ‘que en nuestra opinión no se pueden demorar más, como los compromisos de mantenimiento de los puestos de trabajo, renovación de contratos, programas de empleo, prejubilaciones, contratos de relevo y cláusulas que garanticen que no haya subcontrataciones’.
‘Desde BUB no podemos mirar a otro lado y olvidar a compañeros nacidos en 1958 y 1959 que podrían prejubilarse, al mismo tiempo que vemos salir compañeros que terminan sus contratos temporales y no son renovados. Mucho nos tememos que lo que busca la empresa negándose a jubilar a estas personas es tener un colectivo lo más numeroso posible para utilizarlos como moneda de cambio en la próxima negociación’, añade BUB.
«Ni tan siquiera han atendido peticiones que no tienen ningún coste económico, como el teletrabajo y la jornada intensiva para mejorar la conciliación dela vida laboral y familiar, que durante esta crisis del Coronavirus se ha demostrado no sólo que son viables, sino que incluso son medidas que aumentan la eficiencia», explica Liaño en un comunicado.
Liaño manifiesta su oposición al convenio que cuenta con el apoyo de los sindicatos mayoritarios CC OO y UGT, y aboga por seguir negociando.
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