La última salida de tono del presidente de Cantabria Ignacio Diego en su visita al Hospital de Sierrallana debería hacer recapacitar al presidente cántabro, o a sus asesores. Arrancar carteles reivindicativos no es una actitud válida para un presidente, señor Diego. A usted, y a cualquier representante público, le va en el sueldo aguantar las críticas.
Cuando Torrelavega se encuentra prácticamente sumida en una extremadamente tensa situación social y laboral por culpa de la crisis, a punto de arder, lo que no puede hacer quien ostenta el cargo público de mayor rango en la región es echar gasolina.
Porque quizá un día se produzca una chispa y todo empiece a arder de verdad, y entonces todos nos echaremos las manos a la cabeza. Pero no podremos olvidar las actitudes que nos llevaron al incendio, o lo avivaron echando gasolina.
El pésimo estado de mantenimiento de las instalaciones es evidente desde la propia entrada, con…
Además llevaba 570 euros en efectivo y se le detuvo en Torrelavega por presunto tráfico…
Tendrá lugar el martes, 24 de septiembre, de 17:00 a 18:15 horas, es ‘Espacio Mujeres’…
Además de ofrecer varios conciertos los integrantes de la Sociedad Coral, acompañados por la concejal…
El dispositivo de búsqueda establecido por Policía Nacional fue ubicado en la avenida Solvay, en…
La revista municipal, un mero catálogo de fotos mediocres, ha sido tachada como "panfleto" por…