Sniace, moción de censura y movilizaciones: las cartas boca arriba

Tal día como hoy, hace poco más de un año, la ciudad de Torrelavega era un auténtico hervidero de movilizaciones laborales y sociales: los trabajadores de Sniace, los trabajadores de Golden Line / Konecta, las protestas contra el transformador de Lasaga Larreta, las mercancías peligrosas en Tanos…y de repente la calma.

Desde que se fraguó y se cuajó la moción de censura que apeó al popular Ildefonso Calderón para nombrar alcaldesa a la hasta entonces invisible Lidia Ruiz Salmón, la calma chicha reina en la ciudad, como si los conflictos mencionados anteriormente, y otros menos mediáticos, hubieran desaparecido por arte de magia.

No se pueden olvidar las erróneas actuaciones de Calderón en su momento: cuando se celebró un Pleno solo con el PP y cuando puso una denuncia por un inocente escrache en su domicilio, pero tampoco hay que pasar por alto la sorprendente calma que se vive actualmente, cuando los sueldos públicos han cambiado de bando para volver al PSOE, en coalición con un PRC que sin duda es el partido victorioso en todo este lío.

¿Se han solucionado los problemas laborales y los conflictos sociales existentes en la ciudad? Es obvio que no. Sin embargo, la fuerte presión ejercida entonces sobre Calderón, ha pasado a ser una suave balsa cuando Ruiz Salmón ocupa la silla de la Alcaldía. ¿Es casualidad? ¿Fueron manipulados políticamente los trabajadores y colectivos?

No tenemos las respuestas a las dos últimas preguntas, pero lo cierto es que resulta cuanto menos sorprendente la actual calma en la ciudad, teniendo en cuenta que los datos laborales y económicos de la zona van cuesta abajo y sin frenos, y sin signos de mejora.