El Presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, asistió ayer a los actos programados con motivo del Día de San Cipriano, festividad que ha contado con la participación de miles de fieles. El Jefe del Ejecutivo regional realizó la subida, desde el cruce de la localidad de Cohicillos hasta el alto de San Cipriano, donde cumplió con la tradición de beber en la fuente y asistió a la Misa Mayor.
Revilla declaró que su cita con esta festividad es “una tradición a la que no podía faltar”, porque en ella reina “el ambiente festivo y toda una demostración de convivencia en familia y de hermandad”, además de un “prototipo de romería”.
Tras la misa celebrada en la ermita, tuvo lugar una exhibición pirotécnica y una actuación folclórica. En las fiestas de San Cipriano, calificadas desde hace años de Interés Turístico Regional, Revilla también recordó a su amigo Cipriano Solana, un “fervoroso de esta celebración” fallecido recientemente. El nieto de Solana entregó al Presidente un fajín con las iniciales de su abuelo CSF. La romería continuó con una comida campestre para todos los presentes y una variada programación de actuaciones folclóricas.
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