Se están elaborando los presupuestos de Torrelavega para el presente ejercicio 2.013. Los borradores ya circulan de un grupo municipal a otro. Están en plena vorágine de estudio y control, en busca de fisuras y «pegas» por parte de la oposición (que hasta en esto juega su papel, como debe ser), ó de la aprobación esperada desde el equipo de gobierno.
Empiezan las consultas, las negociaciones. Desde el PP, se pide consenso al resto de grupos y éstos, apuran sus propuestas para que, en caso de aprobación, contar con presencia activa desde modificaciones y exigencias a la hora de repartir los 45 millones de euros, que es la cifra que se maneja.
Entre tanto, tengo la sensación de que se trata de una excelente oportunidad para comprobar si, como tantas veces se ha dicho, están los intereses de los ciudadanos contribuyentes que pagamos para que los políticos cobren, por encima de otros meramente partidistas. El orden de prioridades, ¿de verdad hará aparcar momentáneamente consignas ó disciplinas?.
El día a día permite que cada opción política ejerza su papel desde el lugar que le corresponde, pero llegado el momento de negociar las cuentas más importantes para el funcionamiento del Municipio, lo más conveniente es que se produzca el mayor acuerdo posible entre las partes.
Cada grupo municipal tiene sus proyectos, programas, ideas. Por ello deben ser escuchados por el equipo de gobierno que, a su vez, expondrá (lo está haciendo) sus planes. Y entre todos, es más que probable que se llegue a la mejor solución para los torrelaveguenses.
Hace un par de legislaturas, el PSOE que gobernaba encontró el apoyo del PP, en la oposición. En la siguiente, se produjo el «cambio de cromos» y fueron los socialistas quienes permitieron sacar las cuenta adelante a los populares.
Eso no quiere decir que tenga que ser siempre así. Todos tienen, repito, sus propias ideas, planes y proyectos. Y si entre todos consiguen un acercamiento lo más equitativo posible, los beneficiados seríamos los ciudadanos. Y es a lo que me refiero con machacona insistencia. Es la oportunidad.