Piratas, piratas

a ‘ley Sinde’ ha causado un gran revuelo en Internet, aunque como pasa muchas veces, ese revuelo digital pocas veces se refleja en el mundo real. Alguna ley para suavizar la selva de Internet es necesaria, porque parece que quienes compran un servicio mensual de ADSL se creen con patente de corso para entrar y saquear los contenidos y obras que pertenecen a otras personas. Por no mencionar el uso en forma de comentarios que muchos otros usuarios, descarguen o no, hacen de la red.

Además, estos usuarios revolucionados de Internet hacen tanto ruido en sus protestas digitales que entre unos y otros se confunden, olvidando el verdadero significado de algunas palabras, como ‘robo’, confundiendo el significado de ese término con otro tan hermoso como es el de ‘compartir’. Comparte sí, pero comparte tus cosas.

Comparte las cosas que tú hayas creado, comparte tus fotos de vacaciones, comparte tus recuerdos, comparte tu alegría, comparte un libro que tú has escrito y quieres regalar en Internet, comparte tus poemas en tu blog, comparte tu risa y comparte tu alma en millones de trozos cibernéticos. 

Pero no compartas algo que otra persona ha creado y no te ha dado permiso. Y no te enfades si no te dejan coger sin permiso algo que no es tuyo y no has pagado.