Opinión: «Pequeña observación personal sobre el reciclaje»

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siempre he visto a algún anciano o anciana depositando los residuos en sus contenedores correspondientes. Desde mi propio núcleo, pasando por otras personas a las que conozco o desconocidos, parece que nuestros abuelos tienen unos principios impecables sobre el uso de las cosas.Vivimos en una sociedad de un usar y tirar salvaje que ellos no parecen entender, o no quieren, y eso me parece magnífico.Se tiran bolsas enteras de ropa a los contenedores de basura, televisores, lavadoras, muebles y etcétera.A veces, algún abuelo o abuela y yo hemos comentado sobre el crimen que esto supone, hablamos de cómo podrían repartirse esas prendas u otros objetos, ellos no lo entienden, ni yo tampoco, ni muchos de mis allegados.Particularmente yo me llevé una vez un magnífico reposapies de acero inoxidable con refuerzos de caucho que está debajo de mi escritorio.Hay quien va con un carrito o una maleta con ruedas a vaciar contenedores y luego venden la ropa de segunda mano.Hay quien les acusa de ello, pero ¿a quién hay que acusar realmente de que las cosas útiles estén en los contenedores en vez de ser repartidas de una manera equitativa? Los puntos limpios están llenos de muebles perfectamente utilizables que le pueden servir a alguien.Sería una buena idea que los ayuntamientos gestionasen estas cosas, fomentando la recogida de cosas en buen estado y luego repartiéndolas entre las personas que las necesiten, pero bien me temo que esto sólo otro de esos sueños utópicos tan míos si vivimos en una sociedad llena de bancos, inmobiliarias y grandes superficies que nos lo meten todo por los ojos con ofertas y promociones (y de vez en cuando alguna estafa)

Escuchemos a los abuelos, observemos cómo miran por todo lo que poseen, sigamos su ejemplo. Tener más no es vivir mejor.

Mónica Sánchez Ruiz