Cuando vi el cartel ganador que anunciará las próximas fiestas de la Patrona en Torrelavega, ¿querrán creer que no me sorprendió nada?
Y no me sorprendió porque, otro año, es más de lo mismo. Desconozco si el jurado calificador que lo elije busca el de menor contenido o sencillamente porque desconoce el fin que se persigue.
En otro apartado traté de explicar, en mí modestia, que no sería mala fórmula convocar concurso para artistas locales é incluso comarcales.¡Mira que hay!. Luego, durante un tiempo prudencial tras exponer los trabajos presentados en una sala (¡mira que hay también!) o en el mismo hall del Ayuntamiento, que los ciudadanos votaran por sus preferencias y elegir el de mayor atracción. Nadie tendría nada que decir. Incluso, aprovechando el concurso infantil que desde hace 40 años celebra con tanto éxito la Peña Taurina de Torrelavega, se podría aprovechar la ingenuidad y visión de los más pequeños para premiar al más votado. Y el dinero empleado en tan generosa compensa o retribución, destinarlo a material infantil de primera necesidad.
Pues me da que machacamos en hierro duro. Y la famosa «T» que soporta sonriente el edil del área, no me gusta. ¡Que no, Pedro, que no me gusta y sabes lo testarudo que soy para decir lo que siento!