Hurtoungarín

Por Elena Hernández Lauffer

{xtypo_dropcap}Y{/xtypo_dropcap}digo yo, que debo estar haciendo el «primo» como otros tantos por eso de levantarme a las 6:30 todos los días, irme a trabajar jornadas de horror para pagar casi de forma milagrosa la tan odiada hipoteca, conseguir un sueldo que me de al menos para poder cambiar las ruedas del coche, pagar teléfono, recibos, colegios…. En fin, una cosa normalita que por desgracia en este país se ha convertido en casi «deporte de riesgo» y muchos ni siquiera alcanzan a ello.

¿Para qué? Para ver como nuevamente aparece en este país un JETA, que hace años alegó sordera total para librarse de enfundar un fusil y tener que decir -Si Capitán, mi Capitán. Y como todo jeta la suerte le rondó y se llevó Infanta de por medio así que cambió gracias a Infanta los botes de ‘Fanta’ por un ‘Dom Perignon’. Pero el niño ostentoso necesitó mucho más que un abrigo de piel de oso, así que decidió con su cara de ángel y piel de cordero invertir en mansión su mal logrado dinero.
Ahora…¿De donde salió? ¿Si no tenía fines lucrativos como este jugador de «balonpompero» ha podido hacer tantísimo dinero?
¡¡Ochocientos metros cuadrados para moverse sin apretujones!! Cuando media España esta hasta los  mismísimos «cojones». Si podía Cela decir palabras mal sonantes, más yo, que no me dieron el Nobel por delante.
La media España de clase media que viene a ser el gran groso de población activa, la media castigada, la media asfixiada, la media que con todo acarrea mientras la consuelan entonando el «ea ea ea». La media que acude a un banco y le dicen ¿Facilidades? A nosotros ya nos salvó el Estado (último ejemplo Banco de Valencia), así que a sus problemas damos de lado. Y el pobre cliente queda desolado.
Que estamos hartos señores. Que las medidas que tomen como revisar sueldos de los Directivos bancarios está muy bien, pero que nos importan ahora mismo un «pito». Que el señor que no tiene para pagar su casa, comida y mantener a sus hijos, lo que quiere es una de dos, o ser «hurtoungarín» o que se adopten medidas para solucionar sus problemas y poder pagar además de casa, clases de chino mandarín.