Esta ciudad necesita un repaso

Por Manuel Haro Alcalde

{xtypo_dropcap}S{/xtypo_dropcap}in entrar en demasiados detalles, conviene recordar de vez en cuando que ésta ciudad, Torrelavega, necesita un repaso. Pero no sólo en demanda de diferentes servicios, como por ejemplo en la mejora del famoso «Torrebús», del que en su día advertíamos una escasa prevención del mismo a la hora de adecuarle a las necesidades del Municipio.
Tampoco de ésa «congelación» en la oferta laboral para tantos parados (unos 5.000, de los que aproximadamente la mitad no perciben ningún tipo de prestación) ú otras reivindicaciones que, día a día, saltan a la calle desde distintos frentes.
Pero sí, una vez más, debemos hacer referencia a la suciedad de nuestras calles. El colectivo vecinal viene recordándolo un día sí y otro también. Con razón, porque un paseo por diferentes puntos basta para encontrarnos con eso que metafóricamente comparamos con un «campo de minas», que no es otra cosa que los «recaditos» que van dejando los perros, cuyos dueños/as, no se dignan a cumplir con su deber cívico de recoger, en muchos casos.
Es aquí donde habría que insistir. Los empleados de la limpieza no son tantos como para ir tras cada uno/a de los propietarios de los ahora denominados «mascotas» (antes perros).
Siempre hemos demandado el cumplimiento de las normas que en su día aparecieron y que, por cierto, se desconoce si continúan en vigor al no percatarse efecto alguno, previa sanción. Y es eso, la sanción, que pondría remedio (al menos en parte), a la falta de respeto a la higiene ciudadana.
Sí. Las «cacas» siguen formando parte del «decorado» de las calles. Y cuando pasa cierto tiempo sin retirarlas, hacen una especie de «solera» que dificulta su eliminación definitiva, dejando la inconfundible huella de una dejadez de los deberes ciudadanos, que dicen poco a favor del comportamiento y responsabilidad de quienes deben contribuir a mantener una imagen más amable. No le echemos todas las culpas a los servicios de limpieza.