El Colegio Fernando Arce de Torrelavega celebra medio siglo
-Obra de la Fundación Asilo, fue posible gracias a la aportación económica del filántropo don Fernando Arce Alonso
-Monseñor Herrera, Mercedes Pisano recogieron la iniciativa el doctor Palacio Poveda, inspirador del centro
-En la actualidad hay 160 alumnos guiados por 40 profesionales
El Centro Fernando Arce de Torrelavega, perteneciente a la Fundación Asilo, cumple medio siglo desde su fundación. Fue pionero en Cantabria, cuando en 1971, esta institución, entonces presidida por Monseñor Teodosio Herrera, quien fuera párroco de la ciudad, vio la necesidad de crear un centro para atender a los chicos y chicas con discapacidad.
La idea fue inspirada por el puericultor don Alejandro Palacio Poveda quien encontró en Monseñor Herrera la sensibilidad necesaria para poner en marcha un proyecto que actualmente es señero en España. Las limitaciones impuestas por el Covid han impedido resaltar la efemérides, por lo que se ha limitado a un almuerzo conmemorativo en el mismo centro, en el que estuvieron acompañado por la presidenta, doña Mercedes Pisano y todos los educadores.
Ambos, encontraron el mejor aliado en el filántropo y empresario, don Fernando Arce Alonso, que recogió una llamada lanzada en la prensa, por el doctor Palacín, sobre el problema de la escolarización de las personas con discapacidad intelectual. La rogativa la tomó como suya, ofreciendo generosamente a la Fundación Asilo de Torrelavega la construcción de un Centro para la atención a niños y niñas con discapacidad. Este gesto fue en memoria de su hijo, el Dr. Fernando Arce Gómez, fallecido tempranamente, del que tomaría el nombre.
160 alumnos y 40 profesionales
Actualmente, es un centro modelo en su especialidad, un el colegio en el hay matriculados 160 alumnos con una plantilla de 40 profesionales, profesores de pedagogía terapéutica, psicóloga, trabajadora social, fisioterapeutas, logopedas, auxiliares técnicos educativos, personal de administración y servicios y educadores. Al frente del mismo está, como presidenta de la Fundación, doña Mercedes Pisano, inmediata colaboradora de la obra de Monseñor Herrera, recogiendo con cariño e interés la propuesta y cediendo los terrenos para que se pudiera llevar a cabo la construcción del colegio.
El Centro Fernando Arce se inauguró el 2 de febrero de 1971. Fue aquel un día especial: los padres y madres de los chicos, llevaban por primera vez a sus hijos al colegio especialmente dedicado a ellos, después de mucho tiempo luchando por conseguir un centro de Educación Especial; buen momento para recordar a algunos de ellos, como los padres de Jesús Bretones, de Fidel Sánchez o de Milagros Yllera.
Estos alumnos asistían con anterioridad a clases en una unidad ubicada en la actual Casa de Cultura de Torrelavega. Su tutora era María Ángeles Gutiérrez, que después se integró en el Centro Fernando Arce junto con Blanca Benito, Rosa María Urtiaga y Marian Gómez, que formaron el equipo fundacional de profesoras, junto a Maite Alcalde que impartía clases de Música y Psicomotricidad, y como Rosa Ferreira que era la encargada de los talleres, en los cuales se hacían trabajos manuales.
Todas, iconos de la formación los cientos de alumnos que han pasado y están en sus aulas. Especial mención se debe hacer de Angelita Raba, la trabajadora social, llevaba por entonces meses luchando codo a codo con las familias, para conseguir todo lo necesario para que los chicos y chicas vinieran al Centro.
Desde el año 1971 hasta el 2021, la evolución ha sido evidente, no solo por los cambios que naturalmente produce el tiempo en el alumnado, profesionales y familias, sino por las soluciones que, día a día, se han ido aportando, a las situaciones y necesidades que se han planteado nuevas. Es entonces cuando gracias a la gestión de quien sucediera a D. Teodosio en la presidencia, D. Luis López Ormazábal, se produjo la ampliación.
Había socios, tanto particulares como empresas benefactoras, que daban una cantidad de dinero, pues el Centro no percibía entonces grandes ayudas. Las familias tenían que pagar 3.000 pesetas y solo contaban con la ayuda oficial de 1500 pesetas por un niño con discapacidad. La primera persona que dirigió el centro fue la Hermana Beatriz. De la atención, el aseo y la comida de los niños pequeños se encargaba la Hermana Alicia, dos monjas de la Congregación “Hijas de San José” del Asilo, pilares desde hace siglo y medio de esta institución.
El Servicio Médico estaba compuesto por los doctores Palacín Poveda y Monforte Puifbó, que acudían dos veces por semana, efectuando un seguimiento del alumnado con discapacidad. Controlaban todo lo referente a la salud, sobre todo las medicaciones. El Doctor Monforte también se encargaba de realizar las pruebas psicológicas a los alumnos. Juan García, el conserje, fue una persona muy importante y querida. Vivía en el piso integrado en el ‘Fernando Arce’. Cuidaba todas las instalaciones como si de su propia casa se tratara, haciendo además labores de mantenimiento.
Adultos que entraron siendo niños
Los niños y niñas que empezaron hace 50 años, y que aún permanecen en el centro (Eva Ceballos, Fulgencio Acebal, Blanca Rosa Quirque, Juan Antonio Martínez, Guillermo Juglar, Marian Isla, Fidel Sánchez, Carmen Arrizabalaga, y Jesús Bretones), son, hoy en día, personas adultas que han encontrado en esta Institución, no solo un trabajo, como por ejemplo aquellos que forman parte de la plantilla de SERYMAN, Centro Especial de Empleo, o del Centro Ocupacional y Centro de Día, sino también un hogar donde vivir, los actuales Apartamentos Fernando Arce.
Inicialmente, los alumnos que ingresaban en el centro eran niños y jóvenes con discapacidad intelectual con un alto nivel de autonomía personal. Actualmente, el perfil de atención que ofrece el centro es más heterogéneo, y conjuga alumnado con un alto nivel de apoyos, con alumnado que se está cursando un programa específico de formación profesional básica.
El Colegio ‘Fernando Arce’ ha hecho un esfuerzo de modernización, con la creación de infraestructuras tales como las piscinas adaptadas, salas de experimentación sensorial, unidades escolares con dotación de medios tecnológicos actuales… Asimismo, se ha hecho un esfuerzo por mantener un equipo estable de profesionales, con años de experiencia a sus espaldas, en el campo de la atención a las personas con diversidad funcional, creando un equipo multiprofesional que dé respuesta a las características y necesidades del alumnado y sus familias.
Una de las características que hacen único a este centro, es la dedicación de los profesionales, en estrecha complicidad con las familias, para sacar adelante propuestas pedagógicas individualizadas, que se ajustan a las necesidades reales de cada alumno y alumna con necesidades educativas especiales. Para lograrlo, la Fundación Asilo de Torrelavega, apuesta por la creación de los distintos centros y servicios que cubran todas las necesidades que pueda tener a lo largo de su vida, una persona con diversidad funcional.
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