El Ayuntamiento de Torrelavega fue pionero en denunciar al pornógrafo «Torbe»

• Gómez Morante tacha a «Torbe» como un «sinvergüenza» y lamenta el «daño» que hacen estos «elementos»
• «Torbe» publicó «Las feas de Torrelavega», ilustrado con imágenes de mujeres con discapacidad

No es la primera vez que el pornógrafo vasco Ignacio Allende, alias «Torbe», tropieza con la justicia. Ahora permanece en la cárcel acusado de graves delitos, incluyendo su relación con una presunta trama de pornografía infantil, trata y blanqueo de capitales, pero no es la primera vez que «Torbe» pisa la cárcel.

Durante estos últimos días, las recientes revelaciones de que además se dedicaba, presuntamente, a organizar orgías para varios futbolistas de alto nivel en las que algunas mujeres eran presuntamente forzadas a tener sexo con los deportistas, han hecho recordar el turbio perfil e historial de este empresario del porno «freak», que ya fue denunciado hace diez años por su polémica forma de entender el humor.

Fue el Ayuntamiento de Torrelavega, regido en 2006 por Blanca Rosa Gómez Morante, quien demandó al vasco, acusado de atentar contra los derechos a la intimidad y a la propia imagen, y de verter expresiones injuriosas sobre las mujeres de Torrelavega.

Gómez Morante tacha a «Torbe» como «un sinvergüenza» y lamenta el «daño» que hacen estos «elementos» 

En el texto, de dudoso gusto pretendidamente humorístico, «Torbe» utilizó imágenes de concejalas socialistas como Lidia Ruiz Salmón, Carmen Hernández y la propia alcaldesa Gómez Morante. Pero todavía fue más allá: «Torbe» presuntamente usó imágenes de personas con discapacidad para ilustrar su texto, «estas mujeres sufrieron mucho», señala Gómez Morante en declaraciones a ESTORRELAVEGA.COM

Blanca Rosa Gómez Morante insiste en que las mujeres protagonistas del texto de «Torbe» sufrieron «mucho», y recuerda que el Ayuntamiento de Torrelavega asesoró legalmente a las mujeres. Además, Gómez Morante lamenta la «fuerza» que adquieren estos «elementos» como «Torbe», a quien tacha como un «sinvergüenza».