El edificio de viviendas se comenzó a construir en los 80 y quedó paralizado al encontrarse fuera de ordenación. En su momento, esta edificación supuso la quiebra de la empresa constructora.
Años después, en los 90, a escasos metros de distancia del edificio abandonado se construyó una iglesia que está totalmente terminada en el exterior, pero permanece cerrada al no haber dinero para finalizar su interior. Además, la iglesia también está afectada por la falta de regulación, ya que la zona de Mies de Vega tiene más de 200 propietarios diferentes distribuidos en pequeñas fincas, lo que ha dificultado el desarrollo del plan urbanístico.
La superficie edificable supera los 165.000 metros cuadrados y recientemente el Partido Regionalista de Cantabria (PRC) ha denunciado que la rescisión del contrato de la empresa redactora del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) supondrá ‘un nuevo retraso’.
Desde hace décadas, diversas propuestas se han planteado para desarrollar en la zona, sin llegar a materializarse ninguna de ellas.
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