Por Manuel Haro Alcalde
{xtypo_dropcap}D{/xtypo_dropcap}esde el año 1.881, viene funcionando la Residencia «San José», en Torrelavega. El Asilo, como siempre le habíamos llamado. Con motivo de la festividad de su Patrón, cada año sus residentes reciben la atención especial para distinguir de otros días en algo, ya que el trato cotidiano
es ejemplar en todo momento.
En esta ocasión no iba a ser menos y, aunque se adelantó en unos días la celebración, por cuestión de fechas, los mayores disfrutaron de una jornada
más dentro de las habituales, pero con menú especial, fiesta, actuaciones y visitas de las autoridades.
No es nuevo que las personas que conviven en la Residencia, se sientan gratamente acompañadas, así como cuidadas hasta la exquisitez. Una visita
a las instalaciones bastará para confirmar los más optimistas elogios hacia las 411 personas que se ocupan de mantener el orden y control de los
1.158 usuarios que habitan distribuidos en diversas áreas, como del mayor, discapacitados e infancia.
Resulta gratificante observar el mimo y cariño que cada una de las personas allí asistidas reciben cada día. La garantía de estar perfectamente controladas y atendidas, dan total tranquilidad a familiares y tutores, ya que saben que los suyos están en buenas manos.
Hay varias cosas que nos han llamado la atención en nuestras visitas. Una de ellas, la higiene, limpieza y atención constante, así como el servicio
médico que facilita asistencia inmediata en caso de urgencia o simple necesidad.
La alimentación, perfectamente distribuida a cada una de las necesidades, parte de productos de primera calidad, desde unas cocinas de última generación, así como de comedores adecuados para cada departamento ó área.
Otra de las cosas a tener en cuenta, es la vigilancia constante para que todo funcione sin fisuras. Para ello, nueve hermanas religiosas encabezan un
equipo que completan 1 capellán, directores de área, médico, enfermeras, fisioterapeutas, logopedia, dietética y nutrición, trabajadores sociales, terapia ocupacional, psicólogo, podólogo, peluquería, 132 auxiliares de clínica, camareros, cocineras, servicio de limpieza… una verdadera empresa, eso sí, sin ánimo de lucro.
Torrelavega, por tanto, no debe ocultar su orgullo ante una institución que, por lo que se espera, pudiera verse aumentada a otros servicios, siempre y cuando que el proyecto a desarrollar en la finca adyacente, no encuentre obstáculos indeseados para que, a medio-largo plazo, la asistencia socio-sanitaria no choque con intereses burocráticos y mucho menos personales.