130 conductores denunciados en los más de 14.000 controles de alcoholemia

La Delegación del Gobierno en Cantabria ha informado que la Guardia Civil de Cantabria realizó un total de 14.349 controles de alcoholemia a conductores de vehículos durante la campaña sobre los efectos del alcohol en la conducción, puesta en marcha por la Dirección General de Tráfico del Ministerio del Interior que ha tenido lugar entre los días 6 y 19 de julio.

De esta campaña, dieron resultados positivos 130 conductores, de los que 111 fueron denuncias y en 19 casos se levantaron diligencias judiciales por superar la cantidad de 0,60 mg. alcohol por litro de aire espirado. Los resultados mejoran los de la campaña anterior, ya que en 2008 dieron positivo el 1,03% de los conductores, frente al 0,90% de este año.

Sin embargo, las pruebas realizadas en esta ocasión fueron 3.549 más que el verano anterior, es decir un 32% más. De éstas, 13.209 fueron llevadas a cabo en los controles de carretera, 1.000 a conductores que había cometido alguna infracción y 140 a aquellos que habían participado en un accidente. De los 130 conductores que dieron positivo en los controles, 19 superaron la tasa de 0,60 por lo que los agentes realizaron el correspondiente atestado para el juzgado.

El porcentaje de conductores que dieron positivo tras intervenir en un accidente se incrementó hasta el 5%. Además, la Guardia Civil de Tráfico denunció a 2 conductores por negarse a realizar la prueba de alcoholemia mientras que solo 1 persona solicitó otra prueba de alcoholemia mediante la extracción de sangre.

El delegado del Gobierno en Cantabria, Agustín Ibáñez, mostró su satisfacción por el trabajo y el esfuerzo realizado durante la campaña por los miembros de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de Cantabria e insistió en que el fin primordial “es concienciar a los conductores del peligro que entraña conducir habiendo consumido alcohol, pues no solo supone un riesgo para uno mismo sino para el resto de conductores y usuarios de las vías”. 

El Código Penal castiga con la pena de prisión de tres a seis meses o a la de multa de seis a doce meses y trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a noventa días, y, en cualquier caso, a la de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por un tiempo superior a uno y hasta cuatro años, el que condujere con una tasa de alcohol en aire espirado superior a 0,60 miligramos por litro o con una tasa de alcohol en sangre superior a 1,2 gramos por litro.